Hay momentos que se graban en el alma, como esa primera vez que te quedaste en la ventana, contemplando la belleza de la noche, a solas con tus pensamientos.
Y luego, ese sorbo de Ykua, tan único como la botella que sostienes, hecho con los sabores de nuestra tierra. Cada vez que lo pruebas, te transporta a ese instante de paz y felicidad... porque Ykua no es solo un té, es un recuerdo en cada botella.
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